domingo, 21 de enero de 2024

 

EL CAMINO DE LA ERMITA

 

En 1,482 el Maestre de Santiago al servicio, como el Marqués de Cádiz, con sus huestes respectivos, formaban el ejercito cristiano que, al mando del Rey don Fernando el Católico y de Isabel, se decidieron reconquistar el último reducto árabe que quedaba en España, El Reino Nazarí de Granada, al que pertenecía Cártama y restos de pueblos de la provincia de Málaga, inclusive ésta. Pero, centrémonos en Cártama: Una vez rendida Cártama tras duros combates, se expulsan los moros a África de donde vinieron y, tras ello se elige en sitio cercano a la Fortaleza Agarena, en un oratorio árabe que alarifes (albañiles) que acompañaban al ejército Español reconquistador  transformaron, en un solo día (Según el cronista Real “Cura de los Palacios”), en una coqueta y solitaria Ermita para la Patrona de Cártama, la misma que tenemos hoy, que los Reyes Católicos llevaban en su tienda de campaña y regalaron a Cártama como patrona con el nombre de “Virgen de los Reyes”; hace de ello ni más ni menos que 542 años; y vamos al “Camino de la Ermita”:

El Maestre de Santiago ordenó que desde el último Canapé que iba a la Fortaleza árabe, se hiciera un terminal desvío  directo a la Ermita, para, que por él, los devotos accedieran directamente a esta a rezarle a la nueva patrona. Y para el Castillo se hicieron veredas de acceso por varios sitios. Desde entonces acá, en todos los planos y fotografías de Cártama que se han hecho, el Camino de la Ermita que muestran es el actual y, para terminar, la pregunta, que viene de cajón:

Siendo, como es por plurales razones, sagrado y ruta de Rosarios, con las estaciones señaladas desde hace cinco siglos y medio este singular “camino”, se le ha ocurrido a alguien ponerle adelante cuadros de losetas con escenas del “cuento chino”, “El abencerraje y la bella Jarifa”, cuento irreal morisco fronterizo sin relevancia según, Marcelino Menéndez Pidal en su libro “Flor nueva de Romances Viejos”.

Sepan los señores que han puesto el cuento de Jarifa en zona de la Historia grandiosa de Nuestra Señora La Virgen de los Remedios.

Y despongan toda reticencia  ideológica y recónditos odios inexplicables.