DE LA VIRGEN
DE LOS REMEDIOS QUISIERA SER ERMITAÑO
Dedicado al ex Ermitaño, Paco Cabrera,
quien tuvo el honrado gesto de recuperar para Cártama el piano cargado
de historia y tradición que, gente irresponsables ayunos de sentido histórico,
dejaron averiado que se pudriera en la parte alta del Coro de nuestra Iglesia
Parroquial y que, regalado en Nueva York
a la Virgen de los Remedios durante su peregrinar glorioso por las Américas Hispanas
desde el cono Sur a Nueva York, Paco Cabrera salvó y se encargó de su restauración para que
siguiera cantándole a ELLA arpegios de gloria. Como cartameño, agradecido, le
dedico estos humildes versos con toda mi alma.
***
Quisiera ser ermitaño; cuidar en esta
ermita,
flor que perfuma, esa vela que arde;
Cuidar de que la pila rebose de agua
bendita´
Tocar, arrodillado, los toques de la tarde…
Quiero ser ermitaño; grabar en la
campana
Tú nombre, y que Tú nombre cada día
Se duerma en el ángelus, y surja en
la mañana
Siempre cantándote a Tí ¡¡Virgen María!!
Quiero se ermitaño; cuidar en su huerto las colmenas
No buscar en la vida otro deleite
Que palabras serenas, pero recias,
Y mi pan, con su sal y con su aceite…
Amar, en todo ser, a mis hermanos…
Que suelten su azada junto a mí cuando
En sus rengues, Te rezan al toque del
Ángelus.
Mientras desgusanan con paciencia los
cogollos hortelanos
Rezar a todas horas por los que se
fueron
Y por los vivos cuitados que también hemos de morir
Que es caminar hacia el cielo
prometido
Pues sólo en esta ciencia estamos
ciertos.
Quiero ser ermitaño en la montaña;
Y dedicar mi vida a Tí en tu Ermita, Virgen
mía.
Quiero oír cerquita el plañir en la
espadaña
De sus campanitas miríficas que a
cielo suenan…