El
escrito que se muestra corresponde a la construcción de un trono de plata a la
Virgen, ya que los dos que tuvo a lo largo de la tradición fueron fundidos,
para coger dinero de plata, por los esbirros
del Frente Popular en Cártama durante el tiempo que peregrinó ELLA por
toda América en los brazos de González Marín y Antoñico (su ayudante escénico),
huyendo de la quema que el comité del Frente Popular antes citado había aprobado.
José González Marín, en aras de su pueblo y habiendo
gastados todos sus haberes en la reconstrucción de la Ermita de la Virgen, se vio
obligado (ya que todos los gastos los suplió él) a recorrer toda la Andalucía
recitando tarde y noche para hacerle un trono de plata a la Virgen de su pueblo
que encargó a los plateros de Córdoba como aparece el anuncio.
Cuándo
los plateros dieron por terminado el Hornazo de plata que hoy luce la Virgen,
les envío el dinero que al efecto había conseguido, verso a verso, estrofa a
estrofa, romance a romance y, llamó a su pueblo a Paquito el Sacristán para que
fuera a Córdoba por el trono mariano.
Por
indicaciones de González Marín lo acompañé yo a este viaje, y, ya Pepe González
Marín telefónicamente consiguió de la Administración que el trono viajara a
Málaga en el Vagón de Correo, con escolta de la Guardia Civil y, no parásemos en
Cártama, sino a Málaga directamente porque los devotos de la capital quisieron
tenerlo expuesto en ella durante un tiempo.
En la Estación esperaban personas de los
Almacenes Álvarez y se expuso en un escaparate en la conjunción de la Plaza de
la Constitución con Calle Granada.
Y,
por lo dicho Cártama tiene hoy la Virgen de Los Remedios con su trono y Su Ermita restaurada por un hombre bueno, de
Cártama, con su gente y sus tradiciones.
Jamás una gesta mariana como la de Cártama
por América se ha visto en toda la historia.
Es para estar orgullosos de José
González Marín y, tener como pago el oprobio y el olvido.
