domingo, 26 de noviembre de 2023


EL TIEMPO EN QUE NOS  “DESVIVIMOS”

            Ciertamente, vivimos hoy en un sinvivir. Una época de ofertas político- económicas, morales-deontológicas, culturales, de enseñanza, sanitaria, etc.  nada positiva y, por tanto, insatisfactoria.

            Al anterior enunciado, la realidad de cada día en nuestro país, nos ofrece ejemplos meridianos; empezando, por la deteriorada calidad democrática que,  sin lugar a dudas es lo que más urge sanar y, a renglón seguido, LA CULTURA POPULAR, “dominada por un acusado simplismo intelectual y, una creciente vulgaridad”, ni positiva ni confortable socialmente.

            Nuestros políticos en general, y más en la izquierda, muestran un fanatismo casi fundamentalista (o sin casi), y basan su pesca de votos en bancos de votos deleznables que, los propios políticos, capitalizadamente desde las escuelas y sus  viles ejemplos han sustanciado, amén que viven políticamente del enfrentamiento guerracivilista que inyectan a la masa social. ¡¡¡ Un horror de “casta” política la nuestra!!!: No existe un país en el mundo, más que España, en el que  el gobierno socialista pacta con quienes quieren derribar al gobierno y al Estado: filo terroristas, golpistas, criminales en la cárcel, comunistas trasnochados y, otros de análogas layas.-

            Quiero ilustrar este alegato con unos versos del genial y universal poeta cartameño (que Cártama ni siquiera  sabe que existió…) Enrique López Alarcón ---nieto del ilustre cartamañeo, José Alarcón Lujan, alcalde que fuera de Málaga--- hijo de una de sus  hijas las “tres peteneras” a la que un alcalde de la Villa le rotuló la Plaza que llamamos del Pilar Arriba. Su aludido Padre está enterrado en el Cementerio de Cártama y sus hijas en una cripta de nuestra Iglesia Parroquial. Estas peteneras están en el cancionero popular: “Señor alcalde mayor// no persiga  a los ladrones//, que tiene usted unas hijas//,  que roban los corazones//”

Los versos de Enrique López Alarcón, poeta de rutilante estro, íntimo amigo de González Marín  (de cuyo repertorio jamás se cayeron los versos de su amigo), rezan así:  

"Mas no podemos ofrecerte flores,

que en abril, esplendente primavera,

se  fueron a formar los tres colores

que esmaltan el cendal de la bandera;

Pero... aún le queda al vate la jornada

del poema de una España libertada."

 

La familia Alarcón Lujan, José,  nacieron y vivieron en la Calle Viento de Cártama en la casa señorial que sobresale del resto.