Gobernante de nuestros Reinos
de Taifa
El Comité
Olímpico Internacional ha descartado de forma llamativamente displicente la
candidatura de Madrid (España) para los próximos Juegos Olímpicos. Nadie deja ahora de preguntarse por las posibles razones reales de tal humillación (por la forma de hacerlo) a España. Se barajan las más peregrinas
hipótesis sobre el caso, agravado al ser Madrid (España) eliminada en paridad con la ciudad de Estambul. Pero ¿quién a fuer de sincero consigo mismo no tiene la
seguridad moral de las auténticas razones del COI?
Las
posibilidades de Madrid (España) no eran mayores que las que hubiese tenido,
por ejemplo, la propia Estambul (Turquía), Chipre, Grecia, Italia o Portugal. España
también tiene unas circunstancias lamentables que proyecta de nosotros, como
país, una imagen lamentable fuera de
nuestras fronteras. Esa es una realidad que, si queremos corregirla, hay que
encararla sin remilgos bonistas
evanescentes, como sucede en la hispana
piel de toro, casi quebrada cual estado por los siguientes “problemillas”, por
poner sólo algunos ejemplos:
1.- Estamos
sumido en la mayor crisis económica y financiera jamás conocida en España.
2.- Una
crisis institucional y de valores esenciales en la clase política (ya
trasladada a ciudadanía desinformada e inerme ante una avalancha de publicidad
demagógica desproporcionada), agravada por un nivel lectivo y cultural (base indiscutible de
todo progreso) que informes solventes como
PISA y otros, sitúan muy por debajo de la media de Europa. Con
un agravante: Los gobiernos, guiados por intereses espurios han conseguido que,
como recientemente enunciaba el escritor Marías, en este país los incultos se sientan orgullosos de su
indigencia intelectual; lo vemos a diario. Esta precariedad formativa hace muy
difícil y lenta la posibilidad de recuperación de España. La mentira ha sido instaurada com o carril esencial de las relaciones humanas. A ver quien niega que este país es hoy una gran mentira a punto de hervir en odios y confusión.
3.- Tenemos
una tasa de paro de sobre el 27%, que
duplica, o triplica en muchos casos, la media de Europa, o quizás del mundo
4.-
Estremece el ánimo de cualquier mediano patriota (sí, patriota) la
descomposición galopante del Estado de Derecho --“Montesquieau ha muerto”
proclamó con la mayor desvergüenza política el hermano de Juan (ya
saben, el de los despachos oficiales en Sevilla)--, Alfonso Guerra. Pues, mire usted por donde
nos lleva ya la muerte de Montesquieau: De los tres Estados imprescindibles para
que exista democracia, sólo queda a sus anchas
el ejecutivo, es decir, una punta, que llegará a manada de seguir esto así, de ladrones amparados en la impunidad
más flagrante.
5.- Una
fragmentación territorial y política del Estado por haber transigido los
partidos del gobierno central desde Suarez acá, por intereses electoreros
ciscándose en las leyes que ellos mismos dictaron y, todo, a contrapelo de su
deber ante el pueblo español,
contemporizando a calzones gachos con postulados nacionalistas
sedicentes de suma gravedad continuados. El premio Nobel peruano-español, Vargas Llosa, ha
dicho con motivo de la presentación de su último libro “El héroe discreto”: “El nacionalismo es un
regreso a la tribu...”. Y clama contra “una
corriente contraria al progreso que, ha
causado millones y millones de víctimas” La separatista
“díada”, o como se llame, catalana de ayer demuestra una vez más que “el
ejecutivo autonómico catalaán quiere romper el Estado y el marco jurídico que
todos los españoles acordaron otorgarse por abrumadora mayoría (también de
catalanes), mientras el panzaafrecho de Rajoy y su gobierno están a verlas de
venir y dialogando en la sombra con sediciosos que incumplen las leyes.
6.- Como
colofón, y para terminar lo casi interminable, la golfería se ha enfatizado con relieves nunca vistos en
la historia, con el paradigmático "caso" de los ERE andaluces, los Gurtel, los Indangarín, los Bárcena, el Faisan, Pepiño Blanco --sospechosamente absuelto(“Mostequieau
ha muerte”)--, etc.etc.
Y, todavía,
tenemos la desfachatez de aparentar intriga por las posibles razones de que el COI nos
haya mandado con viento fresco a nuestra casa. Es que seguramente nos creemos
que en todos sitios son tan necios, pillos y simples, amén de sinvergüenzas, como por acá.