jueves, 20 de febrero de 2020

AYUNTAMIENTO FALAZ E INJUSTO

              Estoy pensando en aquella sesión de pleno en el que se acordó por unanimidad hacer justicia a una persona lesionada negligente e irresponsablemente por los servicios operativos del Ayuntamiento de Cártama,  en cuyo pleno estaban presenta una alcalde en vigor y dos que fueron alcaldes.  El de hoy en el Pleno firmó el acuerdo también, y todos los de aquel pleno,  han mentido como cacatuos del Orinoco y, se han pasado, escudándose  en mentiras musitadas ---"yo, no puedo hacer nada, ha prescrito...."  ¿Por culpa de quien ha prescrito. ilustres ediles?, ¡cuanta mentira!"---   el mandato de pleno aprobando la moción por unanimidad  por "semejante sitio". Eso, se manda al teniente alcalde con una cantidad como restauración moral, (calculado por ellos), del daño irrogado a la persona con la que  llevo 70 años conviviendo.  ¡¡¡¡¡¡ ME ADVIERTE EL RECADERO DELANTE LA VÍCTIMA CON SECUELAS DE POR VIDA: TRAIGO UN DINERO PARA VOSOTROS PERO, COMO CONTRAPARTIDA, HAS DE FIRMAR UN COMPROMISO POR EL QUE TE HAS DE OBLIGAR  A NO ESCRIBIR MÁS EN LA PRENSA!!!!!! LLevaba  entonces cuarenta años ejerciendo de periodista en toda la prensa de Málaga y comarca, para obtener  unas pesetillas que  paliaran  el robo, de todos conocidos, que unos abigeos llevaron a cabo en mis bienes, prevalidos de circunstancias adversas mías, Y esas necesarias pesetillas  me lo quería quitar el honorable, Exmo y preclaro Ayuntamiento de Cártama, mi pueblo por el que no poco he hecho y vengo haciendo.

             Mañana hay sesión de pleno y, sus acuerdos, cabe precisar tendrán  el mismo valor que aquel oprobioso a que me refiero. Decía Rouseau: " A  los acceden a un carguillo, se les endurece el alma" Lo estamos viendo en España y sus pueblos.

             ¿La ley?En este caso el primer e inexorable mandadato de esa ley que alienta en las almas bien nacidas, es restaurar los daños ocasionados y no eludirlo con rebuscados legalismos positivos. La ley, decía Montesquieau es como una red hecha adrede de forma que los peces gordos la rompan y escapen y queden sufriendo los débiles pecesillos del concierto social.