sábado, 22 de febrero de 2020

EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA AMASADO EN CASA…



Pan amasado en la artesa,
Pan hecho con las manos
Cuando se  amoldaba a puño la masa
Y yo ayudaba en su faena a la madre guapa
Que  ya jadeaba por la brega
 Y le colgaban por la cara sus guedejas bellas.

Ella ya daba signos de cansancio
que   pellizcaban de sufrido  amor mi alma,
y mis puños  de hombre con  15 años
 hendían el mazacote  con fiero ahínco
para ahorrarle  trabajo a la madre buena  
que aun cantaba canciones
 pero ya no plantaba rosales junto a mi ventana,
porque dejamos de vivir  en casa de campo
y pasamos a la  villa en do tenía la escuela…

Cuando comía de aquel pan
Cocido al horno  con ramón de olivo,
Siempre caía en la cuenta  exacta
De lo que nos cuesta el pan nuestro de cada día,
Que hasta el propio  Cristo ya lo tuvo en cuenta
 en la oración que Él mismo nos enseñara:
“Padre nuestro, danos  el pan de cada día”