domingo, 28 de junio de 2020

ANTE LA NO AUTOCRÍTICA, SÍ LA CRÍTICA OBJETIVA Y LEAL (AL PAN, PAN Y, AL VINO, VINO)



La pandemia de coronavirus va para largo, los contagios a la baja ...
              
                El resultado de una pandemia siempre que la humanidad la ha padecido a lo largo de los tiempos, tuvo dimensiones de catástrofe en todos los órdenes y aspectos: sanitarios, mortandad, dolor humano y pobreza. Y dejaron, y dejan, secuelas plurales en  el alma y cuerpos de los seres (a unos más y otros menos) y en la economía de los pueblos.

                Pero yendo al meollo de esta que padecemos  desde casi principios de año  2.020 (el coronamuerte  por descuido presuntamente punible  y, que no sabemos por qué tiempo va a  durar dada la irresponsabilidad  del  gobierno y de la sociedad civil al tratarla),  se ha cebado inmisericordemente  en  los seres humanos más inermes y merecedores de atención, respeto y ternura, junto con los niños, del cuerpo social: los ancianos asilados. Habría sido criminal  de haberse pensado que “ya cumplieron su etapa”. De hecho, sus muertes, obviamente,  alivian  las cuentas de pensiones , sanidad y dependencia.-

                Han muerto,  según datos oficiales de las CC.AA , por COVID-19 más de  19.175 ancianos, siete de cada diez en residencias,  y con ocultación de cifras,  “convertidas  aquellas en desoladores  mataderos”. “Se ha llegado a saber que murieron hacinados, sin asistencia”,  en la más terrible soledad, conscientes  del inmerecido abandono social y familiar  a la hora cumbre y aterradora  de  la muerte, tras unas vidas de generaciones que  con sus vidas han hecho posible el bienestar que hasta ahora hemos disfrutado.

                Ni siquiera han recibido algunas familias los restos de sus deudos ni, muchos, saben donde están. Sólo queda el consuelo de que la Fiscalía del Estado autorice una profunda investigación  y se depuren responsabilidad de los culpables de este, ya llamado holocausto ante el Tribunal de la Haya,  en el cuerpo de la querella que ante dicho alto tribunal han cursado, según la prensa, los familiares.

En efecto, toca pedir explicaciones, Sra. Fiscala General del Estado,  y que prosperen esas 361 investigaciones que según un medio ha abierto. Explicaciones, por supuesto al Ministerio de Sanidad y  Consejerías de  Salud Autonómicas.

ESTO, COMO OTRAS “COSAS”  EN ESTE PAIS, NO DEDEBIERA QUEDAR IMPUNE.  Como decía Góngora y cita  el,  XL SEMANAL: “en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”