Soy empedernido investigador de las controvertidas figura de Azaña, como también de la de Franco. Históricamente a ambos alcancé a conocerlos. Ambos, con sus acusadas luces y sombras, como todas las grandes personalidades, fueron determinantes en la Historia de España en campos distintos:
Un intelectual formidable y, a la vez, un político pusilánime, AZAÑA
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Un militar con innegable valía como tal (el general más joven de Europa al ser elevado al generalato), que tuvo relevante incidencia en la Historia española desde los años 20 del pasado siglo hasta su muerte en 1.975, FRANCO.
De no haber existido ambos, sin lugar a dudas la moderna Historia de España habría sido otra. No fueron dos personajes con vidas paralelas, sino contrapuestas, cual se viene a esbozar en el pequeño recuadro inserto en la foto: "Nadie comprendió a ese gran hombre frustrado (políticamente) que fue Azaña): tal vez ni siquiera él mismo. Su sombra va a cruzarse trágicamente en la carrera de Franco: Franco y Azaña serán, por primera vez en trece siglos, jefes de Estado de dos España hostiles a muerte".
Paradójico y patético destino el de ambos.
No es lugar este para seguir hoy abundando en tan apasionantes figuras de nuestra historia y del contexto que ellos vivieron y, en parte, crearon.