jueves, 14 de noviembre de 2013

DE PROPIA COSECHA. LA MENTIRA


 
                                             

            En este mundo, los malos tienen mejor prensa (tómese literalmente), y más poder que los buenos; mientras esto sea así el mundo no tiene  arreglo. Conocí tiempos en los que todavía, cuando se pillaba a un ladrón con las manos en la masa, la gente gritaba, ”¡Al ladrón, al ladrón, al ladrón...! No vestía ser ladrón. Hoy, el que le diga ladrón al que roba, puede ir a la cárcel. ¿Acaso no lo estamos viendo a diario?

            La palabra es lo que distingue  al hombre de los hombres.

            Las máquinas de fabricar máscaras de honradez  y de personas importantes  ahora no paran  nunca: Laboran tres turnos cada jornada día y noche.

            Las alas de Icaro no eran las de la cultura; éstas,  aguantan el sol de todos los desiertos.

            Lo repetiré una vez más: Una persona que  miente siempre, no es nunca persona. La mentira es la negación  del ser humano, porque la palabra es lo que distingue al hombre de los animales. El mono (austrolopitecus) inició el camino de la hominización  con la palabra: “Y el verbo se hizo carne”.

            La hombría de los hombres no tienen otra vara para medirse   que su honradez manifiesta; lo contrario de lo que estamos viendo a diario.