sábado, 23 de marzo de 2019

A ISABELITA QUE SE NOS HA IDO AL CIELO.



Toda muerte de alguien conocido, y más si es familia,  nos produce zozobra y quebranto del alma; la muerte es un desgajarse del amor  de los que quedamos en este valle en el que nacemos, crecemos, amamos y…, sufrimos  pero, también  esperamos que,  al final,  iremos a la Casa del Padre y,  Allí,  está ya Isabelita.  No nos deja solos del todo: deja dos hijos, un esposo y muchos apenados allegados, amigos y compañeros que la conocimos. Ella, ya ha resucitado en Dios. Bendita seas, prima Isabelita.