martes, 12 de abril de 2022

 

A MI CRISTO TERRENAL

(MI ORACIÓN PARA TIEMPO DE PASIÓN)

Si el hombre buscando ser rico engarza sus alas del alma y las carga de oro, jamás podrá volar  al cielo. Quiero seguir siendo pobre, CRISTO 

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Parábola

          El establo sin heno, aún huele a niño nacido sin semilla de esposo, sin espasmos de madre, y el buey y el asno en sus  burdos pesebres,  lloran  lágrimas de esclavitud y se sienten huérfanos de milagros.

Vida 

          El vino dulce de tus saberes --sicología rural-- ya no empapa caletres de las gentes de ahora, que todo lo ignoran y todo creen saber y viven soñando que son dioses para lo que  Dios les estorba. No  encuentran, empero, el camino y la senda  de luz y verdad que Tú indicaste para hallar el destino.

Triunfo

          Aquel Procurador de Judea, que en Cartima (cuna de su mujer Claudia) muriera según leyenda ancestral, te hizo un enorme favor: lavar sus manos y obsequiarte un labrado árbol  para erigirte en Dios. Y nosotros, los hombres, como dioses  enanos  seguimos nuestra lucha contra el cielo insondable que Tú prometiste.

Dolor

          Rabí, me duele el alma de hijo de la tierra, cuando pienso que   ineptos políticos, disidentes del humanismo, quieren ocupar tu lugar, y silenciando tu nombre, manipulan a una chusma de vagos anormales y alienados. 

Invocación

          Es necesario ¡Cristo de veredas y huertos getsemánicos...!, que vengas otra vez, alzado  el ademán, fustigando iracundo al  tropel  de “erenianos” (ERE)  corruptos y desalmados mataniños (“dejad que los niños se acerquen a Mí”) en los vientres maternos  por los  Herodes feroces y crueles de holocausto cobarde.

 

          Ven.  Cambia este sistema explotador que existe, por el que triunfan los  nuevos ricos cada día  más ricos por la descarada mamandurria,  y el pobre siempre está triste...

          ¡Ven!..., aunque te espere la otra cruz que te tienen preparada  los  que quieren ser dioses incontestables  pese a  su demostrada ceguera.

              Ven, señor que aunque seas como  el viento que pasa y no  se ve, yo sí te  veo en la Historia, en  una noche estrellada, en el cantar  de los pájaro  y, en todas Tus creaturas...