viernes, 29 de abril de 2022

 

¡OH, MADRE MÍA QUE ESTÁS EN EL CIELO!

En el huerto de frutales junto a la ventana de mi  dormitorio

Mi  madre tenía plantado  un rosal  

Cuya fronda, adherida a las jambas  del ventanal

Ofrecía una tupida miríada de blancas rositas de pitiminí.

En aquellas ramitas del bello rosal, en primavera

Hacían su cálido  nido una pareja de  

 Cantores “verdones”  de fruitivo color verde,

Tan bellos a mi vista y a mi corazón

Como la carita bella de mi madre,

buena que  me parió en aquel cortijo

de la ribera guadalhozana  llamada, La Alhóndiga.

Mañana dicen es el día  para amar a la madre.

¡Dios mío, un día para adorar a la Madre

 siendo ellas  adorables todos los días que tiene el año…!

Incluso ahora cuando a diario recuerdo el rosal

Que plantó en mi reja me  estremezco de amor,

<y a par que a ella celebro a todas las mujeres

porque ya desde niñas todas las mujeres

 son madres, porque su corazón  es

ya desde  tan temprana edad

una cuna en la que mecen al muñeco

con tan dulce cual a un hijo y, le cantan nanas.   

¡Sí, el día de la madre son todos los

Días del año, si están en la tierra

Como si, con Dios  en el arcano Edén del cielo…!

Yo nunca compré “en el día de la Madre” regalos para la mía

Porque le rezo y sigo sintiendo  pasión de hijo todos los días del año.