miércoles, 20 de abril de 2022

 

VERSOS  DE MADRUGADA

Mi puesto no es pasar  la mayor parte de la noche en vela escribiendo versos que suenan a campanadas  antiguas de “agoni”; pero “el hombre propone y Dios dispone”, que reza el adagio.

Este y otros poemas sencillos que voy a compartir, están contenidos  en un pequeñísimo libro de solo 40 páginas que atesora  nueve poemas escritos por JUAN ARAGÓN DELGADO, cuyo librito contiene esta dedicatoria: “Al eminente artista, D. José González Marín, en recuerdo de su actuación en la  la Prisión de Mujeres. Málaga 6 enero de 1941”. Tenía yo, solo 10 años  y por razones obvias,  no me dejaron entrar. Pero  al salir me regaló el librito dedicado (él se quedó con otro) que tiene la historia aquí sucintamente relatada. Ahora el poema que de él he escogido  como compañero de esta triste noche, dicho sin dramatismo: La vida es la vida e incluye la muerte  que nos llevará a todos como a hojas de árbol por chorrera.

ORACIÓN

          Señor. En mi corazón transido

Que sabe de sentimientos miles,

En mi pecho dolorido

Azotado por los vientos

Duros por el diario luchar

Nace hoy esta oración.

Escuchad, Señor, los ruegos

De un cansado corazón:

Piedad, señor, para   el triste,

Para el enfermo doliente,

Para el que en  la cárcel gime,

Para el que entre extraña gente,

Sus pesares no redime,

Para los ucranianos que

A manos de loco mueren.

Piedad para el primo Antonio

Que llegada su hora nos dejó

Y sube  al cielo y abrazarse a TI,

Perdón señor para  el errado

 La senda del bien  perdió.

Para  el que luchó anhelante

Tras la fe de un ideal;

Para el pobre caminante,

Que como el judío errante

Nunca cesará de andar.

Para el lírico poeta,

Para el bravo navegante

Y el desvalido emigrante

Que busca el pan en otros lares

Y despavorido huye de la guerra.

Y yo, Señor, de rodillas Te pido:

 ¡¡Ten piedad de la pobre Humanidad!!