viernes, 1 de abril de 2022

 

¡¡CANALLAS…111

A los niños ucranianos al huir de sus hogares les hacen creer  que salen por unos días  fuera de vacaciones. Pero el temor que ellos quizás no perciban “se ve en los ojos de las madres”, dice el Arzobispo de la ciudad de Kosi.

En el Seminario diocesano acogen 50 personas, 24 de ellos, niños. Algunos de estos no sobrepasan los 18 meses,, como está recién lanzados a caminar se tambalean buscando a sus madres que también atiende a otros niños impedidos, o que han perdido a sus madres en los bombardeos e igualmente atienden y socorren  a otros heridos, o hambrientos y sedientos de pan y agua, pero más, de justicia y calor humanitario.

La frontera ucraniana  con Yugoslavia y otras están taponadas por el éxodo masivo. Lo primero que se encuentran al llegar a Yugoslavia  es una capilla de la Orden de Malta y, sus voluntarios, con café caliente y bocadillos.

 Eso es una guerra, cuyos vencedores siempre son  proclamados, por “pueblo?”,  “héroes gloriosos”…