¡¡CANALLAS…111
A
los niños ucranianos al huir de sus hogares les hacen creer que salen por unos días fuera de vacaciones. Pero el temor que ellos
quizás no perciban “se ve en los ojos de las madres”, dice el Arzobispo de la
ciudad de Kosi.
En
el Seminario diocesano acogen 50 personas, 24 de ellos, niños. Algunos de estos
no sobrepasan los 18 meses,, como está recién lanzados a caminar se tambalean
buscando a sus madres que también atiende a otros niños impedidos, o que han
perdido a sus madres en los bombardeos e igualmente atienden y socorren a otros heridos, o hambrientos y sedientos de
pan y agua, pero más, de justicia y calor humanitario.
La
frontera ucraniana con Yugoslavia y
otras están taponadas por el éxodo masivo. Lo primero que se encuentran al llegar
a Yugoslavia es una capilla de la Orden
de Malta y, sus voluntarios, con café caliente y bocadillos.
Eso es una guerra, cuyos vencedores siempre son proclamados, por “pueblo?”, “héroes gloriosos”…