IZQUIERDA, DERECHA
“Dos
maneras de ser imbéciles)
Cuando
yo daba paseos por la calle, no ha tanto tiempo (quiero volver a ello), nunca pude,
pese a mi interés, distinguir qué gente eran de derecha y cuáles de izquierda,
cuales diestros y cuales zocatos, salvo si cogían papel y lápiz, si no eran
ágrafo, cosa probable más de la cuenta. Ahora, eso sí, siempre veía personas.
Si
voy al hospital, cosa que he de hacer, por desgracia, con no poca frecuencia y
habida cuenta de lo que hoy se habla de izquierda y derecha, agudizo la mirada
a ver si daba con los unos y con los otros. ¡Kiá…! Solo me topé con personas
cuitadas y doloridas que, como yo, estaban allí para que los médicos les curara sus dolamas. Al fin y al cabo,
sólo encontré personas.; aunque, a decir verdad de verdad, en mi última
revisión en el Clínico me cayó a mi diestra en sala de espera un fulano que me dio la tabarra miteándome el
muy majara ponderando la honradez de la izquierda, cosa que era, me dijo con ínfulas de un Pablo Iglesias, el viejo
fundador del PSOE y UGT. O sea, era, o creía que era (esa es otra) de
Izquierda. Naturalmente, di un bote de su lado y fuime al asiento más lejano
que encontré, pero, antes le dije: Mi
estimado amigo, usted ahora, y creo que siempre, no es de izquierda ni derecha, es: una persona (por supuesto)
pero enferma con síndromes muy claros. Cúrese.
Luego
en la puerta del Centro Médico, tomé un
taxi para venirme a casa y entable
conversación con el conductor el cual, en un
encarte en medio de la conversación me dijo: “Mire usted a mí eso de
izquierda o derecha me la “trae”, los que a mí me cabrean son la
panda de políticos comiendo de nuestra gilipoyez; mire usted, por ejemplo, lo que se traen los muy ladrones con el robo en plena pandemia en la que la gente
sufren y mueren con el estraperlo que
estos caines se han traído con las
mascarillas, guantes y material sanitario en mayor dolor aún y riesgo letal de
los enfermos ¡¡Canallas…!!”.
“Lo que yo quiero es que “ahiga” trabajo para llevar a mi casa el pan de cada día...” Le puse
la mano sobre su brazo y sólo pude
decirle: “Es usted una PERSONA hopnrada…¡¡” “Como lo sabe usted, señor…, ¿a onde me ha dicho que le lleve…?” Le
contesté. “A Cártama, lléveme usted a Cártama” El exclamó “¡Hombre, la tierra de González Marín y la
milagrosa Virgen de los Remedios…” Estas fueron sus últimas palabras en el trayecto.
Yo
seguí durante el resto de la carrera
pensando silenciosamente en la cuestión, y concluí: Izquierda y derecha son
palabros que usan los como propaganda los ideólogos demagogos cual estilete de matarife.
Y
termino con un ejemplo solvente: Un
admirador le preguntaron a Unamuno si
era de derecha o de izquierda. El sabio don Miguel contestóle: