domingo, 24 de abril de 2022

                                                             IZQUIERDA, DERECHA

“Dos maneras de ser imbéciles)

Cuando yo daba paseos por la calle, no ha tanto tiempo (quiero volver a ello), nunca pude, pese a mi interés, distinguir qué gente eran de derecha y cuáles de izquierda, cuales diestros y cuales zocatos, salvo si cogían papel y lápiz, si no eran ágrafo, cosa probable más de la cuenta. Ahora, eso sí, siempre veía personas.

Si voy al hospital, cosa que he de hacer, por desgracia, con no poca frecuencia y habida cuenta de lo que hoy se habla de izquierda y derecha, agudizo la mirada a ver si daba con los unos y con los otros. ¡Kiá…! Solo me topé con personas cuitadas y doloridas que, como yo, estaban allí para que los médicos  les curara sus dolamas. Al fin y al cabo, sólo encontré personas.; aunque, a decir verdad de verdad, en mi última revisión en el Clínico me cayó a mi diestra en sala de espera  un fulano que me dio la tabarra miteándome el muy majara ponderando la honradez de la izquierda, cosa que era, me dijo  con ínfulas de un Pablo Iglesias, el viejo fundador del PSOE y UGT. O sea, era, o creía que era (esa es otra) de Izquierda. Naturalmente, di un bote de su lado y fuime al asiento más lejano que encontré,  pero, antes le dije: Mi estimado amigo, usted ahora, y creo que siempre,  no es de izquierda ni derecha, es: una persona (por supuesto) pero  enferma  con síndromes muy claros. Cúrese.

Luego en la puerta  del Centro Médico, tomé un taxi para venirme a casa  y entable conversación con el conductor el cual, en un  encarte en medio de la conversación me dijo: “Mire usted a mí eso de izquierda o derecha me la “trae”, los que a mí me cabrean  son  la panda de políticos comiendo de nuestra gilipoyez; mire usted, por ejemplo,  lo que se traen los muy ladrones  con el robo en plena pandemia en la que la gente sufren y mueren con el estraperlo  que estos caines se han traído con  las mascarillas, guantes y material sanitario en mayor dolor aún y riesgo letal de los  enfermos ¡¡Canallas…!!”.

 “Lo que yo quiero es que  “ahiga” trabajo para  llevar a mi casa el pan de cada día...” Le puse la mano sobre su  brazo y sólo pude decirle: “Es usted una PERSONA hopnrada…¡¡” “Como lo sabe usted, señor…,  ¿a onde me ha dicho que le lleve…?” Le contesté. “A Cártama, lléveme usted a Cártama” El exclamó  “¡Hombre, la tierra de González Marín y la milagrosa Virgen de los Remedios…” Estas fueron sus últimas palabras en el  trayecto.

Yo seguí durante el resto de  la carrera pensando silenciosamente en la cuestión, y concluí: Izquierda y derecha son palabros  que usan los como  propaganda  los ideólogos demagogos cual  estilete de matarife.

Y termino con un ejemplo  solvente: Un admirador le preguntaron a Unamuno  si era de derecha o de izquierda. El sabio don Miguel contestóle:

“Yo soy un hombre integral, ni me parto ni me divido: Derecha o izquierda en el sentido político son dos maneras de ser imbéciles…” Dicho queda, don Miguel, que estará  en la gloria