viernes, 18 de junio de 2010

¿POR QUÉ TIENE FEIJOO UNA CALLE EN CÁRTAMA?

Imperfecta fotografía tomada de un libro de texto de literatura del plan 1.938

Lo prometí días atrás en estas páginas, y lo cumplo: Hablemos de Feijoo (no "fijo"). Es ASUNTO CULTURAL Y DEL DEVENIR CARTAMEÑO, DE INTERÉS:

Estamos ante otro apasionante personaje, que sin ser cartameño, mereció que en el siglo XVIII se le dedicase una de las calles de Cártama: El Benidictino fraile, Benito Jerónimo Feijoo. Por esa razón, he dedicado un tiempo en recordar al sabio benedictino tal me lo enseñaron en 6º de bachiller allá por el año 1.946, con la particularidad de que en el exámen de revalidación de bachiller me tocó desarrollar su obra y su biografía, pura casualidad pero siempre me picó la curiosidad intelectual el hecho de que a este polígrafo (científico, literato, filósofo, ensayista, polemista, poeta, etc), se le hubiese dedicado una calle, precísamente, en Cártama, mi pueblo, en tan lejanas datas. Yendo por partes, de él conviene saber, al menos sucintamente:

a) Una vida provinciana: Nacido en Casdemiro (Orense) en 1.676, abrazó la orden Benidictina y fue profesor de la Universidad de Oviedo, en donde siempre permaneció alejado de la Corte entre sus libros y sus cartas.

b) Curiosidad universal: En contraste con esta vida retirada, Feijoo --en Cártama a su calle le llaman "el Fijo"-- nos muestra el espectáculo de su curiosidad intelectual, que no conoce límites ni fronteras. Todo lo que ofrece algún interés en el pasado o en el presente, en la ciencia o en las artes, en la vida o en las costumbres, es objeto de la atención de este doctísimo benedictino.

c) Actitud intelectual del padre Feijoo: Hace en sus escritos una crítica de los conocimientos llegados a él, exigiendo que dichos conocimientos no se apoyen en la rutina, la vaciedad gleval, la superstición, la ignorancia atrevida y la pedantería que en su tiempo impregnaban las ciencias, lo que después se llamó, y hoy se podría llamar también, "eruditos a la violeta". Entre otras supersticiones inconcebibles en época aquella que ya se podía considerar moderna, Feijoo atacaba la creencia en sátiros y neréidas, en echadores de cartas, en los exorcismos y en la milagrería de dusosa base teológica, en las brujas y curanderos, y, en suma,la confusión entre la fe lúcida y la superchería.

Su obra fue muy extensa y está contenida en dos libros capitales: TETRO CRÍTICO UNIVERSAL , y, CARTAS ERUDITAS Y CURIOSAS. Se necesitaría un tomo para describir la obra del célebre fraile científico. Baste por hoy lo dicho, para, en otra entrega, exponer las curiosas razones de la relación de este sabio con Cártama, hasta el extremo de merecer la nominación de una de sus calles hace ya varios siglos. Solía invocar una frase de Séneca: "Aestimes judicia, non númeres...", que traducido significa: "El valor de las opiniones se ha de computar por el peso, no por el número de los opinantes" Lo de, "vox pópuli, vox Dei", es falso: Desde tiempo inmemorial la "vox populi" de Cártama llama a esta calle , "del fijo", y no Feijoo.

Por supuesto, que cualquiera podría argüir que el hecho de ser Benito Jerónimo Feijoo un personaje relevante de la España de su tiempo, sería razón suficiente, como lo es hoy, para dedicarle una calle en cualquier pueblo de nuestra geografía. Pero, aparte de que no era esa la tónica más común de aquella época, en la que la toponimia urbana estaba en total relación con hechos y costumbres próximas y familiares de lo cotidiano de la Villa --- Calle Arriba, de Enmedio, de Abajo, Toril (en donde esperaban los todos a ser lidiados), Viento, Hospital, etc ---, en este caso concreto, lo más seguro, a tenor de la investigación realizada, es que el hecho esté relacionado con circunstancias puntuales de aquellas datas, y que constituyen una de las páginas más interesantes de la Historia de Cártama, cuya inclusión aquí requeriría un excesisvo espacio.

Por otro lado, el hito está tratado con la amplitud exhastiva que requiere un dato historiológico de este tenor, en mi libro, ya varias veces citado, "CARTAMA EN SU HISTORIA (EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA)", de inminente publicación que, por otro lado, dado su caracter divulgativo en todas sus 450 páginas y a la profusión de documentos y fotografías soportes que se incluyen , se ha estudiado un precio de arranque absolutamente asequible y popular para Cártama: Unos 10 ó 12 Euros.