Navidades de 1.931. Haciendo buñuelos (estampa)
En aquellos años, las cosas eran más auténticas pese a la falta de medios.Y, al contemplar hoy una escena hogareña de datas antiguas, cabe preguntarse: ¿Vivimos mejor que entonces, ó, solamente estamos mejor debido a los adelantos técnicos? Una cosa es estar mejor, y, otra muy distinta, vivir mejor. La faz de las señoras de la fotografía (una de ellas con 6 hijos) podría, quizás, darnos la respuesta;irradian paz y sociego interior en navidades pese a que, probablemente, el único extra que le permitan los medios materiales de la época sean: Un humero alimentado con leña, un lebrillo donde labrar la masa para los "guñuelos", una sera llena de mazorcos que avivan el fuego y, unas sillas bajas de anea. ¿Podían ser felices los seres humanos de entonces en estas circunstancias? Miremos bien la mirada y la serenidad del rostro de estas cartameñas de entonces, porque a poco perspicar que seamos, posiblemente obtendríamos en ellas la respuesta.Ya lo dijo el filósofo: "La felicidad no consiste en las muchas cosas poseidas, sino en saber gozar de las que se tiene" Estos tiempos de consumismo, ausencia de valores, nihilismo y búsqueda desaforada del "bienestar", dan una felicidad sospechosa y, por supuesto, caduca.