Diputada y concejala, Teresa Pardo
Circula
aún una especie de chascarrillo cateto, que en el fondo contiene un sentido de fabulilla con elocuente
moraleja aplicable a algunos políticos (as):
Un
labriego plantó en su huerta un albaricoque que, ya adulto, resultó "saraza", es
decir, no daba frutos; todo el flujo de
sabia lo utilizaba para echar fronda.
Desesperado el labriego por la ruina de
la agricultura, decidió emigrar a América pero, previamente cortó el albaricoque a rapaterrón; empleó,
antes de irse, las ramas secundarias para alimentar un tiempo el fuego de su
humero pero, no así el grueso tronco que, al marchar, quedó tirado en un lindazo de su huerta.
Sucedió
que estando el campesino en las Américas, en una de nuestras trifulcas políticas fue quemada
la imagen del patrón de su pueblo. Los parroquianos, pasados los momentos
álgidos de la algarada, decidieron encargar una nueva imagen del
patrono para renovar la tradición religiosa. La condición que les puso el
imaginero era que ellos deberían aportar la madera. Daban vueltas y vueltas buscando un tronco adecuado. Uno de ellos, sugirió que se
utilizara el tronco del albaricoque que, el indiano paisano había dejado en
su huerta. Y eso hicieron: El escultor tornó el tronco en una magnífica imagen.
Cuando
el huertano volvió a su pueblo, ya
bastante adinerado, acudió a los
renovados actos litúrgico en honor del
patrón. No más entrar al templo, lógicamente se fue a rezarle al titular,
ignorando que la talla antigua había
sido quemada y reconstruida de la forma dicha.
En
cuanto el retornado le echó la vista encima al santo, se dio cuenta que, por lo
que fuera, la madera de la imagen era la del tronco del albaricoque saraza que él
dejó en el huerto al emigrar. Entonces
su oración fue de esta guisa:
“En mi huerto te crié, de tus frutos no comí, los milagros que hagas tú, que me
los cuelguen aquí”, (dirigió su mano en expresivo gesto a semejante y colegible sitio)
Me ha venido a las mientes este moralizante chascarro, al leer en la prensa que
la antigua Diputada
cartameña del PP interviene como gestora en una iniciativa en relación a la promoción de los productos del campo malacitano en
los mercados receptores con denominación de origen, lo cual, es una más que
plausible iniciativa, pero que yo, que conozco bien el currículum de la dicha diputada siendo alcaldesa de Cártama (Parque Agroealimentario y lo que le
cuelga morena: derribo de la emblemática Ermita de Casapalma, pelotazos urbanísticos, etc.etc.etc) no
apuesto un penique de vellón por la buena praxis del aún vigente proyecto.
En
virtud de ello, por lo bajini no he
podido por menos que musitar la misma oración gramatical que el indiano de
marras.
Ahora
tenemos en Diputación otra despampanante diputada a la vez que es concejala de este lugar. Es de esperar, Dios lo haga, que cambie el pajeao. Falta le hace a Cártama.