LA TIERRA
La tierra, callada, conversa
Con las plantas que le nacen
Oración de Dios muy elocuente
Y manifestación cumbre
del Creador de todo lo que existe.
¡Qué misteriosa es la callada tierra
Entre el arco Iris de horizontes…!
Y el olor amoroso de los arboles,
Y la brújula de los caminos
Tan fiel que nunca engaña
Al que va en busca de su destino
¡ Oh tierra mía que tanto amo!,
Yo quisiera, como otrora niño,
Vivir
en tus campos otra vez,
solitario en una cálida choza,
con mis libros preferidos y,
desde luego el Kempis incluido,
del que rezó Amado Nervo:
“Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tú escribiste!
¡Oh Kempis,Kempis, antes de leerte amaba
la luz, las vegas, el mar Océano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano…”
Y.
unido a ello, escuchar desde lontananza
Cada
toque de las campanillas de la Ermita
De
mi Virgen de los Remedios, mi fiel
Intermediaria
cuando rezo a su Hijo Cristo.