martes, 19 de marzo de 2013

ARROGANCIA DE ENDESA, Y ACTITUD DE SERVICIO MUNICIPAL


  ISI, Jorge Gallardo y,alguien más

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            Ayer, sobre las 9.30 de la mañana, y cuando menos lo podía esperar, la Compañía de Electricidad, ENDESA, sin previo aviso como era costumbre en ella, cortó el suministro eléctrico a mi casa.

            En efecto, yo había confundido el orden cronológico de dos recibos pendientes. A las 9.45 los tenía ya pagados vía correos. De inmediato, llamé a “atención al cliente” de ENDESA para notificar que ya estaba pagada la deuda y, rogar se me restableciera el servicio eléctrico, pues somos un matrimonio de 82 años, ambos gravemente enfermos y hemos de hacer de comer, encender la estufa, bañarnos, luz, etc.

             “Sí, en efecto, hemos recibido el pago, pero hasta mañana no se le puede restablecer el servicio; siempre que hay un corte se aplica  esta pequeña penalización ejemplarizante”, me espetó la persona que me atendía.

            En vano le insté, rogué,  supliqué y quise hacerle comprender que pasar así una noche era problemático a nuestra edad y enfermos, o  sea, que la situación que se creaba en una familia de autonomía menguada, era grave. Y nada, siguió en sus treces con arrogancia irritante.

            En este país caciquil y feudal, de chorizos en tripa blanca y corruptos recalcitrantes, el dinero es el “señor” que manda y castiga, y,  si los hideputas (honoris causa) no exigen  el derecho de pernada a la ciudadanía, abrumada a impuestos, sobreprecios  y cargas, es porque los imperativos orgásmicos   esta chusma los  satisface con “don dinero”.

            Recurrí a amigos de dentro de la Compañía, pero: “voy a ver que se puede hacer, aunque difícil lo veo...”.

            En esas, se me ocurre llamar a mi amiga, la concejala de Servicios Sociales, ISI, del PSOE, a ver si desde su puesto oficial podía hacer algo. Era la 1.30 de la mañana. Le di los datos. A la media hora, la buena de ISI me devuelve la llamada: “Paco el asunto está arreglado; baja los interruptores y, después, los levanta otra vez que ya tienes corriente en tu casa...” 

           Así lo hice. Una bombilla que abrí previamente, se encendió.  La emoción y la gratitud, como en otra ocasión, anidó en mi alma. Ya  los ojos de mi hada madrina, la esposa, se iluminaron con mis mismos sentimientos.

            Le  prometí a ISI un beso en cuanto nos encontrásemos. El alcalde, Jorge Gallardo, que estaba en el mismo despacho, cogió el auricular y me dijo: “Paco nosotros estamos para servir a todo el mundo. Lo que necesites de mi, aquí estoy”.  “Un abrazo Jorge”. Y no pocas veces he discrepado de Jorge Gallardo, pero eso no quita la lealtad mutua, el afecto y el reconocimiento.

            Tal pasó, y sin empacho alguno, lo cuento. No puedo decir lo mismo de alguien de la oposición, sino todo lo contrario: Se solaza haciendo  leña del árbol que cree caído; no cae en la cuenta de que una de las cualidades de los árboles es la de renacer  de sus  propias  raíces. “Cosas veredes, Sancho...” Y, las veremos; ya ves que sí...