A MI VIRGEN DE LOS
REMEDIOS
¡Salve , encanto
de mi alma,
De los ángeles
hechizo
y de tus hijos de
Cártama
el amor más
encendido!
Al calor de
nuestro amor
Templaremos
nuestras liras
Para poderte
cantar
Las más puras
melodías.
El amor aquí nos
tendrá
Cuando llegue Tu 23 de abril
Y un año más todos
juntos
Por Reina te
aclamaremos.
Loor a Ti
milagrosa
Virgencita de los Remedios,
Refúgiame en el
dosel
Regalo de mis abuelos
Que en tu museo se
expone,
Fidedigno testimonio
De su devoción a
porfía,
Que yo, su nieto, con legítimo
Orgullo en el recuerdo heredo.
Acepta nuestras
plegarias
Y concédenos Tus
favores.
Con Tu angelical
pureza
A Dios supiste hechizar
¡Cuánto más a nosotros,
Virgencita universal!
Que tu tradición gloriosa
Nadie debe adulterar por
Veleidad clerical
para , por espurio
Interés, entristecido veo.
La tradición es una
Muralla de piedra
Hecha de pasado, que ciñe
Al presente: una promesa
De eterna permanencia
Que pragmáticos del sistema
Con cinco siglos de atraso
Sin luces alguna quiere cambiar.
Es un agravio comparativo,
Por vanidad de vanidades,
Al celebrar la restauración
De nuestra insigne Patrona,
Como si fuera la primera vez,
Que a ELLA se restaura tras
Tras la cainita y cruel guerra.
Agravio comparativo lerdo
Con los que de sus bolsillo
Pagaron restauraciones a
Escultores del prestigio de
Paco Palma y sus hijos,
Adrían Risueño (quien por
Escrito dio constancia de
Que la de la Virgen de los
Remedios, era una talla del
Siglo XV) y, no recuerdo el
Nombre del que la reparó
Siendo párroco don Jesus
Pascual (q.e .p.d).
A ninguno de los ilustres
Protagonistas se le ocurrió
Pedir que, en tácito honor
A sí mismo, no del artista,
Pasear conculcando la
La tradición pasear por
El pueblo y arrabales a nuestra
Santa Virgen de los Remedios.