viernes, 16 de diciembre de 2022

 

EL VIEJO ALMEDRO DEL CAMINO

Antes que yo naciera,

a tu vera,

En la Alhóndiga, tierra querida,

Ya eras tú frondoso árbol

Junto al  camino  que va a  la realenga.

Y, viejo mío,

Aún  tienes  bríos, sabio  almendro,

Para prodigar

Las flores que ofreces al caminante,

Junto

Con tu sombra cabe  el sendero

Donde se toman un descanso

En su caminar  los transeúntes

tan cercano que, tú y yo saludamos.

Y, con  envidia

vemos los frondosos y pujantes

Chopos jóvenes  de los sotos

Que orlan de verdor cetrino

La juncada orilla del Guadalhore.

Hoy como yo,

Ya viejo y con dolamas tantas,

Como cuando fuimos    niños

Solitarios de una

Cortijada en el centro de la vega,

Y a tus ramas me subía a contemplar

Los tibios  nidos con pataletes

Que en tu fronda hacían las avecitas.

¡¡Cuantas veces gocé viendo la trilla a tu sombra,

Árbol mío,

Y escuchando los temporeros cantes,

Del morero

Que al son  de las esquilas  que

en su trotar

Hacían sonar la collera de peluconas

Mientras  arrastraban el rulo sobre

el que el morero  con son abandolado les

Cantaba:

Esta yegua castaña

Tiene un potrito,

Con una patita blanca

Y un lucerito.

 

Ya está jecho el gazpacho

Y en el dornillo,

Espante usted a las moscas

Y a los chiquillos.

 

Esta parva de trigo

Vale un tesoro:

Paja como la seda

Granos de oro.

 

Toma tú los ramales,

Vente a mi vera;

Deja que el sol te tueste

Y que yo te quiera.

 

 Agua piden las yeguas;

Que aguante pío´

que en cuantito rematen

las yevo al río.

 

tres yeguas  como flores

yevo en collera:

la Guapa, la Moñitos,

la Molinera.