domingo, 31 de marzo de 2024

 Estoy pensando ya que me lo piden, en el Alcalde de Cártama, don Jorge Gallardo: estaba pensando en que un hombre que rige los destinos de un pueblo, no puede decir a los que le pagan para que afane, con altanería ¡¡Aquí mando yo!!, osea que solo manda pero no gobierna, él mismo se define.

Este hombre está haciendo mucho daño a personas inocentes e inerves prevalido del ¡¡En Cártama mando yo!!. Si, el mandó quitar la entrañable y familiar feria de Septiembre porque ¡¡Aquí mando yo!!, quitó el certamen de Rapsodas, él y su compinche protector de marras; él le quitó el nombre al Teatro del preclaro Cartameño famoso en el mundo entero que hizo famosa a España y Cártama, a los que tantos bien hizo.
Él le quitó el nombre de González Marín al campo de fútbol al que se debía de Càrtama tener un campo de deportes y, hasta consiguió para el equipo de fútbol local una camioneta repleta de equipos (camisetas, botas, calzoncillos, etc) y le pusieron el nombre con agravio comparativo de una persona psicológicamente enferma y ese nombre se lo puso la directiva por agradecimiento cuando González Marín estaba en América y ni siquiera se enteró hasta que no volvió e inmediatamente la gente del fútbol le hicieron un homenaje multitudinario.
Este Alcalde, no solo le ha quitado el nombre del ilustre Cartameños al Teatro, sino, que ha denigrado insistentemente su memoria. Este Alcalde chalado, no sabe que el edificio donde asienta sus posaderas de mando se pudo comprar porque intervino José González Marín, este Alcalde se prevale de que manda para dejar y negarle sus derechos a personas lesionadas gravemente por culpa de él, este Alcalde ha llenado el camino de la Ermita de referencias del nimio cuento morisco El Abencerraje y la Bella Jarifa, camino propiedad absoluta de la Virgen de los Remedios.
Este Alcalde no sabe que cuando se encontró muy enfermo, me dictó a mí, la siguiente última voluntad:"Quiero cuándo muera que cuándo me entierren en altas horas de la madrugada, para que no vayan tras mi cadáver los que tanto daño y calumnias me han hecho, por el delito de haber restituido en su Ermita a la Virgen amada de los Remedios, que salvé de la quema anunciaba por el Frente Popular, nutrido principalmente de socialistas". El Alcalde en definitiva no sabe dónde tiene la puñetera cara, porque es un indigente intelectual.
Este Alcalde no ha hecho en Càrtama, en definitiva, más que perjuicio.
Ahí queda dicho. Seguiremos.