Ya hemos dicho en
anteriores entregas que la Asociación
Vecinal Ermita Los Remedios, que nació como tal (antes fue
APA), hace cerca de treinta años, puede esgrimir un currículum repleto de
logros pro vecinal. Y, esa misma línea sigua aunque, durante algún tiempo, y
por circunstancias especiales, hemos actuado
a medio gas pero, nunca, sin deponer nuestra
vocación, desinteresada, de servicio a las gentes de nuestro municipio. Eludimos la expresión “servir al pueblo”, porque esa es la socorrida muletilla de todos los demagogos y populistas baratos
que han aflorado últimamente en la política nacional con la exuberancia de ortigas en muladar. “Servir
al pueblo” arguyen enfáticamente los consabidos a boca llena, pero con el
bolsillo de la faldriquera bien abierto para cobrar del erario público por ese
pretendido “servicio al pueblo”. Y,
dicho lo dicho, vamos a lo que vamos, que no es moco de pavo.
Estamos en plena
euforia postelectoral. Dejando, por hoy, a un lado Cártama en donde, como es
sabido, ha sacado abundante mayoría
absoluta el PSOE, en cierta medida por graciosa concesión del PP de Leonor y
porque desde que advino la democracia el actual
equipo de gobierno es el mejor que ha tenido Cártama (o “el menos malo” rectifica
alguien que co redacta este comunicado),
en el resto de España, y que por ende afecta a Cártama, el panorama de pactos y
apaños de gobierno es preocupante. Y no
es que estemos contra los pactos pues es bueno, muy bueno, que existan plurales
formas de pensar y de participar.
Ahora bien, que las
llamadas marcas blancas (embozos para engañar)
de Podemos (el comunismo radical y rampante; al tiempo) con no más del
30% de los votos asuman el gobierno de las ocho principales del país, es algo
inusitado en todo el mundo democrático: Madrid (nada menos) con el 31.85%;
Barcelona, el 25.21%; Zaragoza el 24,5%; La Coruña el 30.8;Cádiz el 27.9 y, así una larga
lista.
Los pactos son
buenos. Significan conciliación si, como lamentablemente sucede, se emplean
para excluir y robar los derechos de las lista más votadas, se llamen como se
llamen, por antagonismos ideológicos mal
utilizados, pese a ser en sí algo bueno.
Cae en un
monumental error histórico el PSOE (no
escarmienta en la Historia ; parece que
algunos han llegado a creerse sus propios embustes históricos) cuando “reduce
su capacidad de entendimiento exclusivamente a la extrema izquierda. Sí, craso
error. Está firmando, si se confirma los pactos a que nos referimos, su propia
defunción. Puede que comprenda tal y, entonces, harán a España un bello favor:
que haya una democracia normal; como las de Europa.
AA.VV.ERMITA LOS REMEDIOS.