miércoles, 13 de mayo de 2015

TESTIGOS DE NUESTRA HISTORIA


Allá  por la  penúltima década del pasado siglo, las yuntas que araban en la haza Balbuena cabe la casilla de Carrión, paraje del Peñoncillo y Almotaje --este último ya desaparecido por méritos y gracia de los culturicidas munícipes de este lugar (como también se cepillaron con nocturnidad y alevosía para un pelotazo urbanístico, que al final no salió, la emblemática Ermita de Casapalma)--, sacaron de debajo de tierra importantes restos arqueológicos, en especial romanos,  como es la base de una hermosa columna que vemos en la foto  y que, con buen criterio, pero poca información al público, se utilizó como base, y allí sigue, de la pila de mármol del famoso y  emblemático Pilar de Arriba en la Plaza de la Iglesia de Cártama pueblo. Digo que con buen criterio porque, al menos de esta forma se ha evitado que sea troceada para meter los cachos de mármol en el adobe de alguna obra o,  llevada a Málaga o sitios más lejanos cuales han como ha sido las sendas que han seguido miles de joyas arqueológicos que se han aflorado en nuestro pueblo. 

En el paraje que he citado existió una implantación urbana romana, y, en Almotaje, estuvieron enclavados sus baños públicos, romanos y después árabes.

Las prospecciones de la plaza no han hecho sino confirmar toda la historia ya escrita de Cártama, pero historiológicamente poco nuevo.

Tal importancia tuvo este enclave en la era fenicio-romana que en el meandro del río junto al Peñoncillo (hoy urbanización Atalaya) existió un puerto fluvial cuyos restos muchos alcanzamos a ver. Otro, más o menos probable en el Soto del Mono y otro en lo que fue hasta hace poco Colonia Riarán.