Alucinen ustedes si no han perdido ya toda capacidad de asombro
responsable y honesto: Cálculos más que
prudentes establecen el número de
muertos del coronamuerte por
irresponsabilidad e ineptitud indiscutibles
del gobierno, en un mínimo de 30.000; otros afirman que 40.000. Al
respecto la señora vicepresidenta del gobierno ---la que siendo ministra de
Zapatero dijo que el dinero público no es de nadie,
y hay quienes aseguran que por ello Pepita Jiménez, Doña Juanita la Larga y su mentor, Juan Valera, levantaron a patadas la tapa de sus respectivas sepulturas---), qué
no habrán sentido ahora cuando su
paisana egabrense, ministra hoy del infame Pedro Sanchez ha soltado en pleno
Congreso un ruido que traducido
significa “que en el gobierno ya eran
conocedores de la situación de riesgo
del virus desde ¡¡¡¡principios del mes
de enero!!!!” ¡¡¡Coño desde enero…!!!!
Y esta gentuza aleves y criminales por negligencia punible, “no solo
no hicieron nada, sino que tuvieron la desfachatez la indecencia y
la criminalidad de animar a la gente a acudir a las manifestaciones del ¡¡¡8 de
marzo!!!. ¿se puede ser más miserables?”
Pero en Cártama y en algún
grupo mediático todavía insultan a quienes se sienten con toda coherencia, caridad y aflicción indignados por los genocidamente muertos y que se
pudieron salvar, y nos han traído la mayor ruina de la historia patria.
¿La razón de mis sentimientos para hablar así de lógico, veraz y contundente? Canallas, tengo esposa (a la que dicho sea de paso, el Ayuntamiento y una secretaria municipal que ama tanto la "socorrida" Ley que le importa un comino las personas a las que tiene que hacer justicia la ley, ha desposeído de derechos fundamentales morales y económicos), hijo, nietos, y amigos entrañables que tienen esposa hijos y nietos y, ustedes, malhadados ineptos panzafrecho, le habeis complicado su futuro. Ademas me ampara la ley Magna porque soy la cuarenta y siete millonésima parte de la sociedad civil en posesión de todos mis derechos, incluído el de libre expresión, y, veo con dolor que ya existen largas colas de personas con hambre física en los centros de caridad, por vuestra culpa. Estamos a niveles de la posguerra que vosotros trajisteis: hambre, odios, piojos, epidemias, que yo conocí y sufrí. Y todavía amenazais hasta con Policías si el pueblo no calla vuestras flagrantes contradicciones.