lunes, 25 de mayo de 2020

EL CISNE Y LEDA.- (De rubén Darío, mi poeta de siempre)




















El cisne en la sombra parece de nieve; 
su pico es de ámbar, del alba al trasluz; 
el suave crepúsculo que pasa tan breve 
las cándidas alas sonrosa de luz

Y luego en las ondas del lago azulado, 

después que la aurora perdió su arrebol, 
las alas tendidas y el cuello enarcado, 
el cisne es de plata bañado de sol. 

Tal es, cuando esponja las plumas de seda, 
olímpico pájaro herido de amor, 
y viola en las linfas sonoras a Leda, 
buscando su pico los labios en flor. 

Suspira la bella desnuda y vencida, 

y en tanto que al aire sus quejas se van, 
del fondo verdoso de fronda tupida 
chispean turbados los ojos de Pan.