lunes, 4 de mayo de 2020

NI SIQUIERA LUTO…

Comunicación interna en casos de corrupción. Cómo actuar frente a ...
                                                      
No existen palabras para reflejar
 y definir el sentimiento de lejanía sideral,
que se agarra a la garganta y   al corazón
contrito cuando un ser querido muere.


Ni describir se puede, como tampoco un chiflido,
la soledad de ausencia y desamparo de amor
en las  almas de los que despiden para  siempre
 a  familiares que por  fatal  negligencia oficial fenecen;
para siempre nos queda en el pecho
un  espiritual dolor latente que nunca desaparece.


Por eso resulta tan execrable y presuntamente culpable,
el indolente e irresponsable trámite de un gobierno,
que ha dado lugar a que las muertes por  pandemia,
por alarmante y patente irresponsabilidad aumenten 
en  muchos miles porque, sus afanes de votos, se  hayan 
 puesto espuriamente por encima de  la salud de la gente.


Y aún de peor balance resultan sus   entrañas, cuando
a los deudos de muertos por tan inicuo calculo,
 los  gubernamentales con abuso de poder, temiendo críticas,
ni  honrar  ni llorar con luto, permiten a dolientes.


Este es el gobierno que tenemos, y un partido base
que en su legendaria contumacia al gobierno  mantiene,
para que  sea  el propio gobierno el que tape sus boquetes.
Tamaño error: Cada día la gente está más al “parche”.