jueves, 23 de abril de 2020

DIA DE LA VIRGEN: LOOR A ELLA 2.020


  
      Me pregunta  esta red mediática qué pienso esta mañana del 23 de abril  de 2.020, hoy:
         Pues, le daba vueltas en mi caletre al hecho proverbial de que  desde 1.579, hace  441 años (casi cinco siglos),  tal día como  hoy se empezó a procesionar Nuestra Patrona en  rogativas  ante una terrible epidemia de peste que diezmaba la villa.
          Aún se llamaba  Virgen de los Reyes  ---Los Reyes Católicos al tomar Cártama la regalaron  a la Villa como efigie de  advocación patronal  el 26 de abril de 1.482, y era  la misma imagen que ellos llevaron,  y le rezaban,  en su tienda de campaña.
           Jamás, que se sepa, ha dejado de  “procesionarse” (pasearse)   previa solemne “bajada”  el día anterior  desde su coqueta Ermita  del monte a la Iglesia Parroquial, nuestra  famosa Patrona. Jamás, hasta hoy y, es curioso: Se empieza  a “pasear” con motivo de una cruel epidemia, y se deja de hacer este año por primera vez, que se sepa, por motivos de otra letal epidemia.  Ni siquiera  cuando Ella era peregrina exiliada por tierras iberoamericanas que, le cogió su 23 de abril   de 1.937, en la Habana (Cuba) , allí se celebró su día con procesión  t actos solemnes y  apoteósicos de afluencia;  con más solemnidad, si cabe, que en Cártama, dado el carácter dulce, acogedor y devoto del pueblo cubano (entonces aún no  en las garras del ateísmo comunista).
         Yo me estremecía  de emoción cuando me lo contaba, una y otra vez, José González Marín y, otras,  Antoñico, su  ayudante escénico  que acompañó al juglar cuando “raptó” a la  Virgen que  iba a ser quemada (no me pregunten quienes querían quemarla y, eso,  hicieron simbólicamente con su copia), escribiendo  el trío peregrino por tierras de allende el océano,  la más bella oración  lírica--mariana, en carne y hueso, de la Historia de todos los tiempos y  naciones.
        Ese 23 de abril de 1.937, allá en Cuba,  su capital, La Habana, se inundó de luces, de rezos con ritmos afrocaribeños por negritos y, de coplas  religiosas de los  blancos de todos los puntos cardinales  que supieron  de la mirífica virgencita de un pueblo de la Madre Patria que sus hijos, de aquende el mar, enloquecidos por ideas políticas, quería quemar. Y, aquel día, “la Habana fue Cártama” (España), regalada  de ritmos raciales y loores mistéricos  a la más bonita Virgen,  Madre  de las Españas 3en dos continentes,  en aquellos emotivos momentos.

            Era entonces Presidente de la República de Cuba el Doctor don Federico Laredo Bru que puso a disposición de su amigo González Marín todos los medios para mayor gloria  de la odisea que estaba  protagonizando el trío peregrino español por aquellas tierras. El mismo Presidente, Don Federico Laredo Bru, visitó varias veces a la Virgen orando ante Ella en  el Convento de Santa Catalina de Siena en la Habana, regido por las monjitas  dominicanas, en donde la Virgen estuvo unos tres meses recibiendo la adoración de los devotos cubanos mientras, José González Marín se desplazaba constantemente a cumplir su compromisos artísticos por los teatros ribereños del Caribe.
Abajo, dentro de la fotografía, aparece la firma del  fotógrafo de la Habana que tomó la instantánea en el momento en que  ante los clamores  emocionado del público que sustanciaba la procesión el 23 de abril de 1.937 en Cuba, el ilustre juglar cartameño Bajo a la Virgen de las andas en que era paseada y, con Ella  en sus brazos dirigió unas palabras al  gentío asistente y voceaba: ¡España, España, España, Cártama, Cártama, Cártama…!.
              En las despedidas de algunos de dichos países ribereños, las propias  monjitas antes referidas le llevan la Virgen a “su juglar” para  recibir homenaje  y, tras ello, la retornaban  nuevamente  al Convento cubano. El Presidente Cubano, en su primera visita a la Virgen, tras orar ante Ella, sobre el manto que lucía, regalado  por la familia Venezolana, Tamayo, desplegó,  bajo un riguroso protocolo  oficial y diplomático en el que España en ningún momento fue olvidada, ni por supuesto,  Cártama, la bandera de Cuba, que le regaló, como todas las demás repúblicas que visitó, hasta 16, a la Virgen de los Remedios de Cártama, ésta  aún ajena ¡Oh Dios!, a su propia grandeza histórica, que, con esta Odisea, se sobre dimensionaría en el futuro.

            Porque era un día grande  en la admiración de la  gente  ante  la  gesta mariana  que un  juglar, poeta de poetas,  llevaba a cabo movido por amor a su pueblo de milenarias raíces históricas,  a  la Habana llegaron personajes, repito,  de todas las razas y colores, de los que hurgando en mis recuerdos  de referencias de la época puedo citar algunos ejemplos sucintos:

            El gran amigo de González Marín,  que fuera  Príncipe de Asturias, don Alfonso de Borbón y Batemberg ;  el  Presidente  de la República cubana  don  Federico Laredo Bru y su familia (las mujeres con mantilla española);   un famoso tenor que  le cantó a la Virgen en pleno  “Centro Habana”  (calle Italia), repleto de devotos, el Ave María de Gounod; la actriz y canzonetista,  Impero Argentina que, al efecto,  se desplazó a Cuba desde otra república para estar con su amigo, como tantas veces lo estuvo en Cártama  rezándole a la Virgen de la Ermita ---a la que hoy los políticos del lugar, apropiándose  registralmente de la propiedad de esta  Ermita,  la han situado a Ella  en mera OKUPA  de su propia Ermita que los Reyes Católicos le regalaron   para siempre jamás;  Recuerdo, por referencias directas del juglar,  como a la familia del Diplomático venezolano Tamayo, que le regaló a la Virgen un manto famoso  (que aún luce)  cuando 

                Ella residió en Venezuela, en el Convento, también de monjitas dominicanas, “Santa Rosa de Lima” siendo su Presidente don  Eleazar López Contreras.  En esta ciudad existe una Villa que en honor  nuestro  juglar se llama, Villa Cártama, propiedad  de la citada familia Tamayo  (véase foto adjunto al final). Y, no podía dejar de nombrar a otro cartameño, poeta genial, Enrique López Alarcón, cuya biografía dejo para otro momento, y célebres poetas cubanos amigos, como no, si él los hizo famosos difundiendo su poesía,   de la fama de  Jorge Mañach,  Eugenio Florit,  Mario Lescano. Emilio Ballaga cantor e la negritud,  igual que León Ichaso, periodistas, etc, etc. Y para terminar, telegramas y cartas desde los cuatro puntos cardinales, entre las que quiero citar, una entrañable desde Buenos Aires  de Rafael Alberti y Teresa León, su mujer, pese a las divergencias ideológicas con G. Marín, que no afectó a su amistad.

Alberti y T. León

 Quienes tenían ideas parecidas eran José González Marín y García Lorca, ambos católicos y patriotas.Como Lorca tampoco quiso unirse a las ideas de su amigo Alberti, este no sentía empacho de llamarle, "La Federica" ¡"Un punto Felipino", el señor y señora,  Alberti.

             Y ya, como dato curioso,  cuando estudié bachiller en Cabra (Córdoba),  para ir y venir en las vacaciones lo hacía en el tren correo, o a Madrid en el exprés, y siempre entonces  al pasar frente a Cártama, cabe las Tres leguas, la gente se asomaba apelotonadas  a las ventanillas  exclamando: “Mirad, Cártama, la tierra del recitador,  González Marín, y arriba,  en el monte  la preciosa Ermita de la Virgen de los Remedios que él se llevó a América durante la guerra y la salvó cuando la querían quemar,  como hicieron  con todas las imágenes de la Iglesia del pueblo...” Durante su periplo por América, González Marín  sufrió tres atentados y, de todos,  salió ileso o evitado previamente a tenerse noticias del designio de quienes supieron que por su culpa no habían podido quemar las famosa imagen de la Virgen.


         Termino, por hoy, y lo hago rezándole a nuestra Patrona una salve para que interceda ante su Hijo y nos libre ya, como hizo con la peste en 1.579, de esta temible epidemia que padece el mundo entero.

 La letra  pequeña son los pies de las fotos que no logro insertar todas, poco a poco lo iré haciendo.

Como todos los 22 de abril, José Gonzalez Marín hacia un alto en sus actuaciones teatrales si estaba en España, y venía a recitarle desde una peña del camino a su Virgen “amada desde la niñex”, y ella le salvó la vida cuando tras una operación de grave enfermedad,  toda la prensa nacional anun- ció su muerte.

El “trío” peregrino en Cuba el 23 abril 1.937
Imperio Argentina gran devota









La negrita Eusebia Cosme


                     
La  familia del diplomático venezolano, Eduardo y Eva Tamayo que tanto apoyo ofrecieron a González y pusieron a su palacio en Venezuela “Villa Cártama”


El príncipe de Asturias de España con la Virgen en Cuba a donde fue desde Venezuela, en donde residía, para asistir a los actos que en la Habana se celebraron..

Durante la travesía de ida, el capitán del Barco “Cabo Santo Tomé” en que el famoso  rapsoda cartameño llevaba la Patrona de su pueblo para salvarla de la furia frentepopulista,  el capitán del barco recibió un cable del gobierno español que presidía Casares Quiroga, odenándole detuviera a José González Marín y lo retornara preso a España al artista y a la imagen de la Virgen que llevaba. El marino, no obedeció, arribó a Brasil y dejó escapar por tierra, vía Uruguay, y de allí a Buenos Aires al poeta de poetas cartameño. 
Dando cuentas públicas ante la prensa de los objetos de valor de la Virgen regalos de  devotos durante su peregrinar por Iberoamérica.

El último atentado lo recibió  el Juglar, cuando recitaba en el Teatro Colón de Costa Rica, tres tiros de pistola desde el patio de  butacas al escenario, pero tampoco le dieron las balas y los comunistas, perseguidos por el público asistente, huyeron.
Este episodio nos lo recuerda el célebre poeta costarricense,  José Ramírez Saizar,  con el siguiente  poema de  desagravio  al Juglar y a Cártama y, de despedida de Costa Rica:

Ve con Dios, González Marín,
De coplas y versos jilguero
Y de las Españas canoro paladín.
Ve con Dios, González Marín.

A la patria madre llévale contigo
 De sus hijas SAGRADAS BANDERAS
Que ondeen  en la Ermita del Cerro,
QUE SEPAN EN CÁRTAMA Y ESPAÑA
Que su Virgen Peregrina
Vino en tus brazos de paje canoro
Por las tierras de América hispana.
Aquí en Costa Rica, se te quiere
Y valora en mucho tu arte  sublime,
Cuando con palabras vehementes
Hablabas de Ella y de TU PUEBLO RISUEÑO
Con su río sonoro de atávidos duendes,
Y exaltados ideólogos te apuntaron con saña,
Pero erraron los tiros y salieron corriendo,
Y tú de Machado, Alberti y Lorca
Seguiste impávido diciendo sus versos.

Ve con Dios y con tu “Virgen Chiquita”,
Que con tu verbo singular y TU GESTA
Hiciste  que América la    QUIERA Y LA RECE.
¡Ve con Dios y con Ella, jilguero canoro!.
…..
NOTA: Este trabajo debido a la premura  en  su confección lo cedo sin corregir,  ruego perdón ante los posibles errores  semánticos y de redacción. Al ir a insertar, me encuentro que las fotografías interesantes no salen debido a mi falta de pericia informática. Lo siento en otra entrega las aportos. Gracias.