AL DEFENSOR DL PUEBLO DE ANDALUCIA, SEVILLA.
El iluminado alcalde de CÁRTAMA y
algunos otros nefandos mixtificadores (as) deben hacer Justicia a mi esposa por
los hechos insufribles que aquí relato sucintamente.
No van a quedar sin denunciar las graves
heridas que por negligencia irresponsable y su posterior trato vejatorio y
cruel a una anciana que ha muerto sin que ese gobierno del Ayuntamiento haya
dejado de engañarla, vejarla y hasta chantajearla.
Uno de los partidos políticos de la
Corporación, presentó una moción instando al Pleno Extraordinario que a la
señora tan gravemente lesionada con secuelas de por vida por negligencia
municipal, se le hiciera Justicia, moción que fue aprobada por Unanimidad,
firmada también por Jorge Gallardo (concejal, entonces, responsable de los
Servicios Operativos) y, también por los alcaldes alternos, Leonor García Agua
y Juan Carlos Rodríguez. Repito: Por unanimidad de todos los miembros
comparecientes de la Corporación.
En virtud de dicha moción sucede lo
siguiente:
Llega a nuestra tienda de muebles el
Teniente Alcalde, Juan Carlos Rodríguez, y plantea a mi mujer literalmente el
siguiente chantaje de vileza desbordante:
"Traigo para tí dos millones de
pesetas (que no era lo valorado por expertos), pero no te los entrego hasta que
tú esposo firme un documento ante Notario comprometiéndose a dejar de escribir
toda su vida en la prensa, ni en ningún otro medio".
Cuando yo, que estaba en oficina
contigua, oí lo que le estaba diciendo el Teniente Alcalde a mi sufrida mujer,
salí de la oficina y al verme el chantajista dió a correr como un conejo y puso
tierra por medio en segundos.
De todos estos acosos sabe bastante el
Director del Periódico comarcal de Coin ,Dazuan, en el que yo también escribía,
y al que el concejal del Ayuntamiento de Cartama, Antonio Luque, fue enviado a
proponerle de parte de su alcalde que si me despedía a mi, se le iba a mandar
propaganda por mucho dinero. Etc.Etc.
Así han estado haciéndola sufrir mucho
sin yo saberlo todo, incluso mediante artimañas legales de la Señora Secretaria
y el opresivo arribista que, han llegado a la maquinación para negar sus
derechos inalienables a una nonagenaria paralítica y postrada hasta que,
presuntamente en su reciente muerte hace un mes, tenga algo que ver con estos
provocados sufrimientos referidos.
La lesión de mi mujer se produjo de esta
forma:
El concejal responsable de los Servicios
Operativos, ordena a estos ver los motivos por los que de la cañería General
que pasa por Calle Santa Ana, sobre la que gravita un depósito de agua con millones
de litros, le llega humedad a una vivienda, frente a la mía entonces. Dicha
vivienda y la mía distan unos Cinco metros de una estrecha callejuela
tangencial con acusada pendiente que emboca con la avenida de Málaga a Coín en
la que se encuentran muchos despachos de comestibles de la zona.
Los operarios municipales hacen una cata
frente a mi casa y ponen al descubierto la enorme cañería General provinente
del citado depósito. Con una machota de mano empiezan a golpear la cañería
buscando alguna grita que soltará alguna agua que motivara la humedad la de
dicha vivienda. Tan contundente fueron los machetazos que rompieron la cañería
de marras de la que salió un río de agua que por la presión discurrió cuesta
abajo de pared a pared por la pina Calleja, imposibilitado absolutamente el
tránsito por ella. Dicha avalancha de agua sorprendió a mi esposa que retornaba
de comprar la leche y el pan en la citada travesía Málaga a Coín y, empujada
por la enorme fuerza de la corriente de agua cayó al suelo en el comedio de la
callejuela haciendo con su cuerpo represa que estuvo a punto de ahogarla, a no
ser porque un niño la vio desde lejos y pidió auxilio.
Acudieron dos vecinos y se encontraron a
mi esposa en el suelo volteándole el agua y el conocimiento perdido. La
llevaron a la travesía y pararon un coche que pasaba hacia Málaga en el que la
llevaron al Hospital Clínico en dónde la operaron de una quiebra de tibia y
peroné a nivel del tobillo derecho. Cuando yo volví a casa de un viaje de
negocios estaba en ella una familiar que me informó del percance y, entonces, a
toda velocidad llegué al hospital y los médicos que la atendieron me informaron
que la habían intervenido y escayolado el pie como al verla comprobé. "Su
esposa tiene una rotura muy complicada y necesitará 60 días de rehabilitación
quedando secuelas de por vida," como fue y, murió con ellas causándole, en
especial de noche, dolores que le dificultaban conciliar el sueño y andar
normalmente de día. La rehabilitación fue a cargo de la Seguridad Social, dado
que el Alcalde y el Concejal de los Servicios Operativos no quisieron dar la
póliza de seguro posiblemente para chantajearme a mí y dejara de escribir como
lo hacía desde 1960 en mi condición de periodista que soy.
Para que no prescriba el derecho a indemnización
a mi esposa he venido reclamándolo al Ayuntamiento casi semanalmente.
Nos encontramos, con
una presunta e indebido pago, a la Seguridad Social que debió hacer el Seguro de accidentes a vecinos del
municipio y negación de indemnización a una víctima de la irresponsabilidad municipal que debió poner vallas a la entrada
y salida de la Callejuela y alguien avisado del posible del peligro a
cualquiera que se dispusiera a circular por la pina callejuela, etc. etc. etc.
Este relato lo conoce
el Ayuntamiento y no ha contestado cual es su norma en toda instancia que lleva
la gente del pueblo. Esto se lo he dicho
verbalmente a la concejala de los Servicios Sociales de Cártama y, me ha dado la razón.