lunes, 1 de abril de 2024

 

A ELLA

 

Para ser mí esposa

yo busqué una mujer

que de mí madre buena

metáfora dulce fuera.

Dios me la puso cerca

y 74 años mí compañera fue

en las gratas y en las adversas

y, en todo caso, a mi vera

estaba con su angelical sonrisa

que el Ángel de la Guarda

siempre me pareciera;

y, compañera motivadora

de valor en mí dura brega,

como yunque en donde

por ser el hijo mayor,

todos los martillazos pegan;

pero ella siempre, mí lenitivo era…

y, se la ha llevado Dios

¡Señor mío,  que dura pena!