MIRANDO AL CIELO
Este
sábado he visto a un torero
en
la plaza de toros de Antequera
como
brindaba genuflexo al cielo,
en
donde tendrá algún ser querido muerto.
Yo
también lo tengo y cada día mirando al cielo, rezo
pero
no soy torero sino solo, un cuitado
y
lamento a veces tener memoria
porque
hay hechos que duran
toda
la vida en el recuerdo,
y
más, cuando hemos vivido 74 años juntos
pero
sabe Dios que no me gozo en lamentos
sino
en celebrar lo que fue y ya,
por
mandato de los cielos, no lo es.
Resignación
cristiana, pues, es lo correcto.