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En anterior entrega alusiva a la entrañable amistad que existió entre Rafael Alberti y González Marín, y al poema religioso escrito por aquél para éste de su puño y letra ("La huida a Egipto" de la familia bíblica), y en donde se dejaba constancia del incidente que algunos poetas cubanos protagonizaron contra González Marín y, del homenaje que, los mismos y otros intelectuales terminaron por hacerle, pedido, entre otros, por el propio Alberti desde Argentina a sus compañeros comunistas de Cuba, "...porque Pepe González no es un político, sino un artista genial y, el arte (el suyo en grado sumo y mucho tenemos que agradecerles los poetas) está por encima de todo tipo de ideología, por otro lado, nunca eternas...; además, el hecho de llevar consigo la tradicional imagen de la Patrona de su pueblo para salvarla del convulso momento que vive España, demuestra una exquisita sensibilidad, amor al pueblo y coherencia con sus principios "
De ese homenaje, da fe el reportaje gráfico que arriba se inserta, en parte.
De este hermoso y dual gesto, debieran tomar ejemplo los autoridades de Cártama, de la comarca del Guadalhorce y de Málaga y, poner el nombre y la memoria de tan preclaro y amante hijo en el lugar que le corresponde.
