jueves, 20 de diciembre de 2012

LA PALABRA DEL PAPA Y LAS LUCES DE DIPUTADOS



             (Tomado, en parte, del blogs de Asociación  Ermita  los Remedios

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 Con la venia de mi amigo, Manuel Montes, amanuense plenipotenciario  del cielo.

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            Atónitos, vimos en Televisión como uno de los “ilustres”   que medran en el  Congreso de los Diputados de Madrid, al parecer de la oposición (aunque también los habrá del mismo pelaje en la bancada gubernamental), interpelaba a algún ministro, quien,  en el contexto de su discurso, se declaró --yo dije para mis entretelas, ¡olé tus cojones!”--  cristiano católico,  con esta perla  argumental: “Es llamativo que usted se declare  cristiano (o católico)  ahora que hasta el Papa se está volviendo un tanto laico, e  incluso  niega la presencia del buey y la mula en el Portal de Belén O sea, ante la caterva quiso dar a entender  que el Papa  comulgaba ya con sus derivas ideológicas, igual que antier no más, Valderas de Andalucía hizo amagos de apropiarse para meritar su partido --el de que aplaudía y apoyaba el asalto a Supermercados-- apropiándose de la imagen de Cáritas y Cruz Roja ganadas a base de abnegación, amor al prójimo y altruismo de gentes de bien.

            Parece que el tal discrepaba de  la, en ciernes, nueva  ley de Educación con la que se intenta, ya era hora,  sustituir la que está en vigor desde el gobierno del ínclito, hoy archirico socialista (mire usted que ejemplo),  Felipe González. Ley  de tal data, que dictó su entonces  ministro, Rubalcaba,  y  que ha llenado España (está comprobado y nos lo restriegan por los morros  todos los informes europeos), de ignorantes virtuales y analfabetos funcionales como el de marras, cuyo nombre no nos dio tiempo  anotar, pero, para vergüenza del saber patrio (sí, patrio)   quedaría inscrito  en el Diario de Sesiones.

            Desde este humilde blogs  ilustramos humildemente al susodicho fulano, advirtiéndole de paso que, según el diccionario, el palabro fulano no es injuria.  El Papa lo único que ha dicho, señor diputado (mejor sea el año) es que en el Evangelio no consta literalmente, aunque sí implícitamente como demostraremos aquí,  que el buey y la mula  estuvieran presente en el ESTABLO  en el que la Virgen  Nazarena parió al Niño Jesús, al que  2.500.000.000 de seres humanos de todo el orbe tienen por Dios, y, los que no, como el filósofo Renán, por poner un solo ejemplo,  lo tienen por el ser más extraordinario que ha dado la humanidad, por lo que “de no ser Dios, merecía serlo...”

            Mire usted, docto parlamentario,  puede que por ser tal (Claudio nombró cónsul a su caballo), muchos españolitos  de a pie crean que habla usted sabiendo lo que dice y, en virtud de ello, se traguen  su parida mental,  lo cual, obviamente,  degrada la cultura popular.  

            El Papa, en efecto,  viene a ratificar  en su último libro sobre la infancia de Jesús, lo que literalmente dice el Evangelio de San Lucas     y lo que,   indefectiblemente, se infiere  del mismo  (Lc. 2- 4, 5, 6,7) : “... José subió a Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la Ciudad de David que se llama Belén... para empadronarse  con María, su esposa, que estaba encinta. Estando allí se cumplieron   los días de su parto  y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, (¡un pesebre, coño!) por no haber sitio para ellos en el mesón” ¡Un  pesebre, señor lerdo de toda lerdedad,  se utiliza indistintamente para ganado vacuno, asnal, mular  o caballar, con cuatro patas y no con dos, como algún compadre referible! Si de usted se dice que es  charlatán  mercenario asentado en el  Congreso, muy tonto será quien no colija más que a priesa  que el así definido es  un Diputado (a). ¿Se da “cuent” su señoría?

            También San Lucas (2- 15,16) nos dice: “...Vamos (los Ángeles) a Belén a ver esto que el Señor nos ha anunciado. Encontraron  a María, a José y. al Niño,  acostado en un pesebre...” No debemos olvidar que San Lucas conoció a la Virgen María, y, sin posibilidad racional  de dudas, algo del infinito misterio belénico sabría por  Ella misma.

            Invocando el Antiguo Testamento que enlaza a través de los profetas con el Nuevo Testamento, y sin extendernos  por razón de espacio,  Isaías (1, 3) nos alumbra: “El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no me comprende” Para Peter Stuhlmacher, atenido a la versión griega de Habacut (3, 2), el pesebre sería de algún modo (el cristianismo está explicado a base de alegorías, imágenes poéticas, metáforas preciosas y parábolas en boca del inefable Jesús) el Arca de la Alianza, en la que Dios, está misteriosamente custodiado entre la Humanidad, judíos y gentiles, por el buey y el asno. “Entre  la extraordinaria conexión, Isaías , 1, 3, Habacuc, 3,2, Éxodo 25-18,20 y el pesebre, aparecen por tanto los dos animales como una representación de la humanidad. La iconografía cristiana (así lo ha interpretado el Papa con saber sumo)  ha captado muy pronto ese motivo. Desde entonces, en los albores del cristianismo, ninguna representación del Nacimiento renunciará al buey y el asno o la mula.     

              Insistimos, Sr. Diputado y otras yerbas de secano: Un pesebre en un establo no se construye para pasturar aves de corral  o conejos. ¿No entra eso en su precario caletre? 

            El Papa, repito,  lo que dice es que   la iconografía cristiana, siempre poética en su simbolismo (como todo los motivos  de la Iglesia para hacerlos mas comprensibles a las gentes sencillas) al percatarse de la deficiencia descriptiva, la corrigió, por cierto, de forma coherente con las luces de cualquier persona animado de buena fe y lógica aristotélica.

            Otra cosa, muy en serio le argüimos: Los cargos políticos elegidos por el pueblo comenten felonía de lesa democracia  cuando distorsionan la verdad y los hechos históricos por intereses espurios y conveniencias políticas sectarias de bajura, cosa tan en boga hoy, lesionando así los inalienables derechos culturales de las generaciones para manipularlas pancistamente.

            Me dirijo a uno para que lo oigan tantos que arremeten, desde una ideología periclitada por desgaste de sus propios principios básicos, contra una doctrina nacida hace dos mil veinte años, y que sigue en pie pese a las paradojas de muchos sus prosélitos viendo como quedan en la cuneta doctrinas políticas tales, comunismo, socialismo, nazismo, fascismo, y, ¡la madre que   parió a todos estos  “esnortaos" !.