Rafael Alberti y González Marín fueron amigos íntimos. Amistad que no fue capaz de nublar el rumbo político que el poeta gaditano emprendió al conocer a la que fue su mujer, Rosa León, de filiación comunista.
Alberti, siguió enviándole poemas al rapsoda tras la guerra civil, que este incluía en su repertorio y, estando siendo atacado el aedo cartameño en CUBA en 1-937 por los comunistas de este país, lo que le hizo, temiendo por la Virgen de Los Remedios que llevaba consigo, a anular sus contratos en la isla caribeña, fue Rafael Alberti, desde Argentina a donde había arribado en su exilio, quien se unió a las voces de todo signo político y desde toda América (consta este hecho ampliamente explicado en mi libro, "EL JUGLAR Y LA VIRGEN PEREGRINA"), para que Pepe González Marín desistiera de anular sus contratos y actuara en CUBA, cosa que hizo el rapsoda de Cártama obteniendo un enorme triunfo artístico y de afecto con un multitudinario homenaje de poetas e intelectuales que le animaron a celebrar en aquella república hermana el Dia de la Virgen de Los Remedios Patrona de Cártama (23 abril 1.937), que fue procesionada por las calles de la Habana en olor de multitudes.
El mérito histórico añadido de este poema es que consta de puño y letra de Alberti, dedicado a G. Marín, con un abrazo, en 1.930.
