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La catedral (La "cojita") al fondo, a sus pies,el parque con el Paseo de los Curas intermedio y, el muelle con su embarcadero. Tarde de domingo. El "Cani", Director de la Academia General: " Tenéis toda la tarde de permiso, pero ojo con no hacer barrabasadas que tendrían serias consecuencias si yo me entero. A las ocho aquí para el rosario y la cena...".Tras los paseos de puesta a punto por el parque, una escalera de bloques de granito nos conducía hasta el mar en donde la pareja de pipiolos nos metíamos en la barca y, casi imperativamente ordenábamos al barquero: "entre usted hondo la mar adentro remando de espaldas a nosotros" y..., ¡vida para que te queremos sino para amar sin servofrenos libando todo el néctar de la copa...! ¡Que edad aquella!
Aún en los años cuarenta persistía la costumbre de estos paseos en barca por las aguas del puerto de Málaga.